lunes, 7 de abril de 2008

La más alta profecía

Tiempos difíciles vivimos, profetas vienen, profecías van, pero Tú, Señor, eres el único inmutable, el único que nunca cambias, el único que eres fiel a Tu Palabra. Y sé que ella, Tu Palabra, es la más alta y fidedigna de tus profecías.

Realmente sé, Padre, que las Escrituas son el legado que nos dejaste junto con Tu Ruaj, y ellas son en si mismas parte de Ti, parte de Tu amado Hijo, ya que el mensaje de ellas es una profecía de Aquel que había de venir para darse por todos los hombres, y por eso las Escrituras, escritas por Tu Espíritu y rociadas con la preciosa sangre de Tu amado Hijo Yahoshua, son la profecía que amo y he decidido seguir.

No quiero saber nada más de otros profetas, ni de hombres con nuevas o antiguas revelaciones, solo te quiero a Ti y a Tu Palabra. Y a eso me abrazo, a unas de las últimas palabras que Tu Hijo pronunció antes de marchar a Tu lado, la más alta de las profecías:


"Ciertamente vengo en breve"
(Ap 22:22)

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