martes, 26 de febrero de 2008

Sólo uno en un millón de rostros


Veo las luces de la ciudad a mi alrededor
aunque todo el mundo esta oscuro
diez millones de personas cada una con sus problemas
¿Por qué habría alguien de prestar atención?.


Y en Tus ojos puedo ver
que no soy sólo un hombre, muy perdido en este mundo,
perdido en un mar de rostros,
Tu cuerpo es el pan, Tu sangre es el vino
porque tu entregaste Tu vida por mí.


A veces mi vida es tan trivial
inmersa en la grandeza de espacio,
sin embargo, de alguna manera encuentras el tiempo para mí,
es entonces cuando Tú me muestras Tu amor.


Y en sus ojos puedo ver,
y en tus brazos yo estaré,
no soy sólo un hombre, muy perdido en este mundo,
perdido en un mar de rostros,

Tu cuerpo es el pan, Tu sangre es el vino
porque tu entregaste Tu vida por mí.

Si sólo únicamente mi corazón hubieras tenido que ganar por todo lo que te costó
muy bien sé que aun así te hubieses hecho hombre
con el motivo de ofrecer voluntariamente tu vida por mí.


No sólo soy un hombre, muy perdido en este mundo,
perdido en un mar de rostros,
Tu cuerpo es el pan, tu sangre es el vino porque tu entregaste Tu vida por mí.


Sólo uno en un millón de rostros.



(Sea of faces. Kutless)

De aquí para allá


Últimamente voy de reunión en reunión, ando de aquí para allá, y en ese trasiego me cruzo con multitud de personas. Me gusta mirar a los ojos de gente, y de esa manera tengo la sensación de poder leer la primera página de su alma. Unos caminan felices visitando una ciudad como Barcelona, otros caminan lentamente porque simplemente no tienen ningún lugar donde ir o porque nadie espera su llegada.

Subo al metro y me sobre coge una tremenda sensación de vacío y de estar perdiendo el tiempo cuando veo a tanta gente sin esperanza y sin alegría en la mirada, pero mi comodidad me ata y mi espíritu no es capaz de vencer al cuerpo que lo aprisiona, mas sé que mi oración tiene fuerza, y puedo clamar a mi Padre por cada uno de ellos; por ese anciano de ropas raídas y rostro agrietado por el sufrimiento, por esa jovencita que se carcajea con su amiga sin ser consciente de que la vida pasa demasiado rápido, por ese pequeño cuya mirada se clava en mi pupila y le guiño el ojo, a modo de saludo entre colegas, yo hace un instante era como él, oro por su madre para que le ayude a crecer.

Pero vuelvo salir a la superficie, camino durante unos metros, cuando de pronto me cruzo con una riada de gente baja por la Ramblas de Cataluna, cada uno con sus problema, cada uno con su alegría, y yo, ¿dónde voy?, ¿quién soy yo?, ¿por qué yo Señor y no ellos?, ¿por qué yo?, ¿por qué me elegiste a mí para ser tu hijo?. Tanta gente, tantas personas, tantas alegrías, tantos fracasos, tanta felicidad, tanta tristeza, por un momento parece que pueda radigrafiar el alma de las personas y sentir lo que sienten sus corazones. Padre, les haces tanta falta, nos haces tanta falta!!!.

Padre, solo puedo darte las gracias por amarme, y rogarte que me llenes de ti y me ayudes a ayudarle, ayúdame a caminar por la vida como el hijo de Dios que soy, gracias a la muerte y resurrección de Yeshúa. Ayúdame a honrarte Padre y a darte y darles lo mejor de mí porque por eso fui enviado a aquí. Gracias Yahweh, Dios mío por cada instante de la vida que me has regalado, ayúdame a invertirla y ofrecerla ante tus pies.

martes, 19 de febrero de 2008

Desde la eternidad

Te escribo desde la eternidad a tu soledad, a ti, que tantas veces me miraste sin verme y me oíste sin escucharme. A ti, que tantas veces prometiste seguirme de cerca y sin saber por qué te distanciaste de las huellas que dejé en la arena para que no te perdieras.

A ti, que no siempre crees que estoy contigo, que me buscas sin hallarme y a veces pierdes la fe en encontrarme, a ti, que a veces piensas que soy un recuerdo y no comprendes que estoy vivo. Yo soy el principio y el fin, soy el camino para no desviarte, la verdad para que no te equivoques y la vida para que no mueras.

Mi tema preferido es el amor, que fue mi razón para vivir y para morir por ti. Yo fui fiel a mi Padre y libre hasta el fin, tuve un ideal claro y lo defendí con mi sangre para salvarte a ti.

Fui maestro y servidor, soy sensible a la amistad y hace tiempo que espero que me regales la tuya. Nadie como yo conoce tu alma, tus pensamientos, tu proceder, y sé muy bien lo que vales. Sé que quizás tu vida te parezca pobre a los ojos del mundo, pero Yo sé que tienes mucho para dar, y estoy seguro que dentro de tu corazón hay un tesoro escondido que muchos anhelan encontrar.

Cada día espero y no pierdo la esperanza de que me hagas en el un lugar para mí. Si supieras cuánto hace que llamo a las puertas de tu corazón y no recibo respuesta.

Cada vez que creas que no sirves para nada no te deprimas, no te creas poca cosa, no olvides que yo necesité de un asno para entrar en Jerusalén y necesito de tu pequeñez para entrar en el alma de tu prójimo. Cada vez que te sientas solo en el camino, no olvides que siempre estoy contigo.

No te canses de pedirme, que yo no me cansaré de darte, no te canses de seguirme, que yo no me cansaré de acompañarte, nunca te dejaré solo.

Aquí a tu lado me tienes, nací, viví, morí y resucité para ayudarte.

Te quiero mucho, tu Salvador y amigo:


Yeshúa HaMashiaj

¡¡¡ AYÚDAME DIOS MÍO ¡¡¡


Estos últimos tiempos estan siendo muy especiales y cambiantes para mí, y especialmente porque casi sin darme cuenta me encuentro clamando al Eterno diciéndole: ¡¡¡AYÚDAME DIOS MÍO¡¡¡. El otro día, mientras oraba, recordé una vieja historia que me contaron hace mucho tiempo, y me gustaría compartirla en este blog.
Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar una altísima montaña, inició su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria sólo para él, por lo tanto subió sin compañeros a la cima de la montaña.
Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo, y casi sin darse cuenta oscureció.

La noche cayó con gran rapidez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era oscuro, la visibilidad era nula. Ni tan solo la luna ni las estrellas se veían al estar cubiertas por las nubes.

Subiendo por un acantilado, a solo unos pocos metros de la cima, el alpinista se resbaló y se desplomó montaña abajo, cayendo a una velocidad vertiginosa. El alpinista sólo podía ver veloces manchas oscuras y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad hacia el suelo. Seguía cayendo... y en esos angustiosos momentos le pasaron por la mente las imágenes que habían formado parte de su vida.

Pensaba en la cercanía de la muerte, sin embargo, de pronto, sintió el fortísimo tirón de la larga soga que lo amarraba de la cintura a los mosquetones clavados en la pared de la montaña.

En ese momento de angustiosa quietud, suspendido en el aire, no le quedó más que gritar:

¡¡¡AYÚDAME DIOS MÍO¡¡¡

Y, una voz grave y profunda de los cielos le contestó:

- ¿QUE QUIERES QUE HAGA?
- Sálvame Dios mío

- ¿REALMENTE CREES QUE YO TE PUEDO AYUDAR?

- Por supuesto Señor

- ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE Y YO TE RECOGERÉ...

Hubo un momento de silencio; el hombre se aferró más aún a la cuerda porque prefirió confiar en sí mismo antes que en aquella voz que escuchó.

Cuentan que el equipo de rescate, al otro día, encontró a un alpinista colgando de su cuerda pero estaba muerto, murió congelado, agarradas sus manos fuertemente a la cuerda... A TAN SOLO DOS METROS DE LLEGAR AL SUELO...

¿Y tú? ¿Qué tan aferrado estás a tu cuerda? ¿Te soltarías?
No dudes nunca de Dios. Nunca debes decir que El te ha olvidado o abandonado. No pienses jamás que El no se ocupa de ti.

Recuerda siempre que El te sostiene de Su mano derecha y te dice, no temas, yo estoy contigo. Isaias 41:13

martes, 12 de febrero de 2008

¿Dios creó todo lo que existe?


Recientemente he empezado a grabar unos programas de radio en los que se intenta buscar a Dios dentro de la ciencia, y estamos tratando de explicar de forma sencilla qué dice la ciencia sobre lo que és el universo y como se generó. Posteriormente queremos buscar a la ciencia en las Escrituras, e intentar hermanar los dos conceptos de la creación de todo lo que nos rodea. Para ello he vuelto a releer escritos y artículos de científicos a los que admiro, y entre todo lo que he leido me volvió a encantar algo que leí hace tiempo, y que ahora me gustaría compartir en este blog.


Un profesor, en la universidad, retó a sus alumnos con la siguiente pregunta:
“¿Dios creó todo lo que existe?”.
Un estudiante contestó: Sí, Dios lo hizo todo.

¿Dios creó todo?, pregunto nuevamente el profesor.
Sí señor, respondió el joven.

El profesor contestó... “Si Dios creó todo, entonces Dios también hizo al mal, pues el mal existe. Y bajo el precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo”.

El estudiante se quedó callado ante tal respuesta. Y el profesor, encantado de 'haberse conocido', se jactaba ante la clase de haber probado una vez más que la fe y Dios son un mito.

Otro estudiante desde el fondo de la clase levantó su mano y dijo:
¿Puedo hacerle una pregunta, profesor?.

Por supuesto, respondió el profesor, hinchado por su soberbia.
El joven alumno se puso de pie y le preguntó: ¿Profesor, existe el frío?

El profesor, perplejo por la pregunta la contestó: ¿Qué pregunta es esa?, por supuesto que existe el frío, ¿acaso usted no ha tenido nunca frío?.

El muchacho respondió: “De hecho, señor, el frío no existe. Según las leyes de Física, lo que consideramos frío, en realidad es la ausencia de calor. Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el calor es la manifestación de la energía que contiene ese cuerpo. La temperatura del cero absoluto es la ausencia total y absoluta de energía, y por lo tanto, un cuerpo con esa temperatura nunca podría transmitir calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, incapaces de reaccionar a bajas temperaturas, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para describir cómo nos sentimos si no tenemos calor”.

El profesor no pudo responder, y empezaba a sentirse incómodo por la respuesta del alumno.

Permítame una pregunta más, señor, ¿existe la oscuridad?, agregó el estudiante.
El profesor respondió: Por supuesto que sí.

El estudiante contestó: Nuevamente se equivoca, señor, la oscuridad tampoco existe. La oscuridad es en realidad la ausencia de luz. “La luz se puede estudiar, la oscuridad no, incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores de los que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad en cambio no se puede estudiar. Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. Cómo se puede saber cuan oscuro está un espacio determinado?, en base a la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así?. Por lo tanto, oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando no hay luz presente”.

Finalmente, el joven preguntó al profesor:
Profesor, ¿existe el mal?.

El profesor respondió: Por supuesto que existe, como lo mencioné al principio, vemos guerras, robos, violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas son el mal.

A lo que el estudiante respondió: El mal no existe, señor, o al menos no existe por si mismo. El mal es simplemente la ausencia de Dios. El mal es, al igual que los casos anteriores, un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia de Dios. Dios no creó al mal. No es como la fe o el amor, que existen como existen el calor y la luz. El mal es el resultado de que la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones ni en sus vidas. Es igual que sentir el frío cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz.

Entonces el profesor, después de asentir con la cabeza, se quedó callado y no pudo articular palabra.

Este particular alumno era un joven judío a quien admiro:

ALBERT EINSTEIN


viernes, 8 de febrero de 2008

Ten valor


¿Puedes recordar lo que deseabas ser de pequeño/a?,
¿te acuerdas de como querías ser cuando empezaba tu vida?,
¿recuerdas tantos y tantos sueños que quedaron en el olvido?.
Si cuando te miras en el espejo no reconoces a aquella persona
que luchaba por brotar de tu interior, y el tiempo y los hombres
han hecho que aquella persona no viese nunca el Sol,
ten el valor de dejar atrás aquella persona que fuiste hasta hoy
y lucha por ser esa persona que realmente deberías haber sido.

martes, 5 de febrero de 2008

¿Has perdido alguna vez la esperanza?


¿Te has fijado alguna vez en la actitud de los pájaros ante las adversidades?. Están días y días haciendo su nido, recogiendo ramitas, y materiales, a veces traídos desde largas distancias para poder construir su nido.

¿Qué hace el pájaro cuando la lluvia, el viento u otra cosa sacuden y desmontan su nido?, ¿Se lamenta, se paraliza, abandona la tarea?, de ninguna manera. Vuelve a comenzar, una y otra vez, hasta que en el nido aparecen los primeros huevos.

A veces antes de que nazcan los polluelos algún animal, un niño , una tormenta, vuelve a destruir el nido, pero esta vez con su precioso contenido. Duele volver a comenzar desde cero... pero aun así el pájaro jamás enmudece ni retrocede, sigue cantando y construyendo, construyendo y cantando...

¿Has sentido alguna vez que 'tu nido' se desmorona?, ¿has sentido que tu vida, tu trabajo, tu familia, tus amigos desaparencen y te sientes solo?.
¿Has querido decir basta, no vale la pena el esfuerzo, esto es demasiado para mí?.
¿Estás cansado de comenzar otra vez ‘el nido’?, ¿estás cansado del desgaste de la lucha diaria, de la confianza traicionada, de las metas no alcanzadas cuando estabas casi a punto de lograrlo?.

Por más que te golpee la vida no te rindas nunca, alza al Eterno una oración, pon tu esperanza al frente y sigue adelante. No te preocupes si en la batalla sufres alguna herida, es de esperar que algo así suceda, pero junta los pedazos de tu esperanza, ármala de nuevo y vuelve a comenzar.

No importa lo que pase... no desmayes, sigue adelante. La vida es un desafío constante pero vale la pena volver a intentarlo. Y sobre todo ... nunca dejes de cantar para aquel que nos da las fuerzas para seguir adelante. Pongamos nuestra esperanza en el Autor de la vida tal y como dicen las Escrituras:

"¿Por qué te abates, Oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío". Salmo 42:11

"Ahora, sin embargo, permanecen la fe, la esperanza, el amor, estos tres; pero el mayor de estos es el amor". 1ª Corintios 13:13

lunes, 4 de febrero de 2008

Ya no temo



Temía estar solo hasta que...
...aprendí a quererme a mi mismo.
Temía fracasar hasta que...
...me di cuenta que únicamente fracaso si no lo intento.
Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que....
... me di cuenta de que de todos modos opinarían de mi.
Temía me rechazaran, hasta que...
...entendí que debía tener fe en mi mismo.
Temía al dolor, hasta que...
...aprendí que éste es necesario para crecer.
Temía a la verdad, hasta que...
...descubrí la maldad de las mentiras.
Temía a la muerte, hasta que...
...aprendí que no es el final sino el comienzo.
Temía al ridículo, hasta que...
...aprendí a reírme de mi mismo.
Temía hacerme mayor, hasta que...
...comprendí que ganaba sabiduría día a día.
Temía al pasado, hasta que....
...comprendí que era la base de mi futuro
Temía a la oscuridad, hasta que...
...vi la belleza de la luz de las estrellas.
Temía a los cambios, hasta que....
...vi que aún la mariposa más hermosa, necesitaba pasar
por una metamorfosis antes de volar
Alejemos cualquier temor de nuestras vidas, y hagamos
que cada día rebosen de vida y de alegría,
porque, como dicen las Escrituras, el verdadero amor
echa fuera el temor, y aunque nos sintamos desfallecer,
no olvidemos que al final los brazos del Señor
ante nosotros abiertos están para ayudarnos a caminar
a través de cualquier valle por el que la vida nos obligue a pasar.

Cuando tengas el valor de dejar todo por algo …

Cuando tengas el valor de dejar todo por algo,
cuando las distancias no sean un obstáculo y vayas tras lo que amas,
cuando lo difícil se disipe ante ti como la niebla y deje de existir,
cuando tu corazón sienta algo extraño, nuevo e inexplicable,
cuando ese algo haga cambiar tu corazón y tus pensamientos para entregar tu alma,
entonces tómalo y nunca lo dejes por que ese algo es lo que todos deseamos conocer:

EL AMOR